Lo narrado en este libro es el sucinto de una lucha doliente, a lo largo de 20 años de la vida del propio autor, por arrostrar una depresión severa, pero en la que consigue analizar, identificar y controlar los pensamientos ligados a los sufrimientos que padece, gracias al apoyo que ofrece la filosofía de Platón, y no sin la medicación apropiada. De tal suerte que expone, clasifica y devela el error en los pensamientos que propician las ideas obsesivas. Para finalmente explicar cómo es posible suprimirlas. Sin pretender llegar al rigor de los silogismos ni a la validez universal de lo que aquí se expone, y sin antes someterlo al escrutinio científico; verificándolo primero con el número de casos suficientes, y confrontándolo con otros enunciados y observaciones que en defecto le resten o bien le confirmen la certeza.