El incremento de la población geriátrica a nivel mundial es un hecho que atrae la atención de organizaciones y estados, por lo que se hace necesario no solo preparar al personal de salud que debe atender la problemática del adulto mayor, sino además preparar a los ancianos para afrontar adecuadamente las manifestaciones del declive propio de la edad. La autoestima en el anciano puede verse afectada por las limitaciones funcionales propias que aparecen con los año y su reflejo en el normal desempeño de las actividades de la vida diaria. La aplicación de la terapia cognitivo conductual demostró una significativa efectividad en la elevación de la autoestima misma y el mejoramiento consiguiente de la calidad de vida del senescente.Este libro es parte de un estudio realizado en una Casa de Abuelos, donde se aplicaron estos métodos.