Con tan solo seis años, Eduardo, un niño sanísimo, tuvo una muerte súbita en su colegio al volver del recreo. Fue reanimado. Al cabo de dos semanas salió de la Unidad de Cuidados Intensivos en estado vegetativo. Cómo vivir cuando te han arrebatado todo lo que tenías? Nadie puede imaginar la vida de Eduardo a partir de aquel día fatídico de la reanimación, todo lo que ha sufrido en su largo y penoso proceso de rehabilitación. Atendido y sostenido por su madre, ha vivido momentos de horrible tormento y ha tenido que afrontar innumerables e inmensos obstáculos, muchos de ellos insuperables. A pesar de todos sus esfuerzos, vive hoy en un cuerpo estropeado que le impide gozar de libertad y autonomía. Aun así la suya es una verdadera historia de superación, y el libro la cuenta a través de fragmentos del pasado y del presente para ir revelando al lector la increíble lucha de Eduardo por recuperarse a sí mismo.Por otra parte, el testimonio de su vida, destrozada por la reanimación cardiopulmonar, sirve para alimentar una reflexión honesta sobre el tema y cuestionar los fundamentos éticos de este procedimiento médico supuestamente salvador de vidas. No creen, ni la autora ni el protagonista de la historia, que se pueda seguir glorificando la tecnología médica por encima de la dignidad humana.

Formato	Tapa suave
Número de Páginas	256
Lenguaje	Español
Editorial	Anne Marie Beaudoin Perron-Voces y Ecos del C
Fecha de Publicación	2017-10-09
Dimensiones	9.0" x 6.0" x 0.54" pulgadas
Letra Grande	No
Con Ilustraciones	No
Temas	Salud y Condición Física, Salud y Condición Física

Anne Beaudoin es una médica jubilada cuyo campo de acción ha sido la pediatría, tanto hospitalaria como de atención primaria. En noviembre de 2002 su carrera fue interrumpida de golpe por un acontecimiento trágico: la reanimación de su hijo Eduardo, fallecido súbitamente en su colegio. A partir de ese momento, se entregó en cuerpo y alma en un proceso de rehabilitación increíblemente doloroso, y durante años luchó con él en todos los sentidos. En 2008 abandonó su profesión de pediatra de forma definitiva para estar al lado de Eduardo y darle la mejor vida posible a pesar de las importantes secuelas neurológicas que padece. Después de todo lo vivido hasta ahora con su hijo, siente que no tiene derecho a callarse ni como representante suyo, ni como madre, ni tampoco como médica. Es esencial, según ella, que toda la sociedad conozca la historia de Eduardo y reflexione honestamente acerca de las realidades y consecuencias de la reanimación cardiopulmonar.