Tienen en sus manos un texto de ficción cuya estructura narrativa navega extraordinariamente dentro de ámbitos psicológicos cargados de profundas resonancias íntimas. Un tejido fulgurante de pasiones se cruzan simultáneamente y en las cuales todas las posibilidades del odio, la venganza y el amor se expresan con el objeto de mostrar el lado oscuro del ser humano, ese infierno íntimo que a veces nos traga como si se tratara de un gigantesco agujero negro. La autora logró un ritmo inquietante, un latido rápido de frases y climas emocionales que casi nos aproximan a la locura. Es un texto donde la clave está, más allá de la historia, en la capacidad histriónica de los personajes, en esas atmósferas crueles que se van tejiendo lentamente. El notable manejo del "suspenso", hace de Pecado Piadoso una novela escrita en clave de terror; un terror demencial que solo alcanza a redimirse cuando la ternura de la niña, finalmente se impone sobre la maldad humana.