En este trabajo innovador, Daniel Alvarez toma de su significativa experiencia pastoral y su formación académica para desarrollar una teología Pentecostal de la inmigración. Él busca colocar los conceptos de mestizaje ('entremezcla') e hibridez ('mezcla racial y cultural') en conversacion para construir un enfoque pneumatológico al tema de la inmigración; específicamente, inmigración indocumentada. Mediante el diálogo con el mestizaje, el autor busca llegar a una comprensión de la inmigración indocumentada y proponer una génesis de una teología de la inmigración indocumentada. Al incorporar la hibridez en la conversación, Álvarez ofrece formas de hablar sobre la inmigración indocumentada que señalan las razones y las causas de la inmigración indocumentada. De esta manera él busca matizar esta condición mientras examina el trabajo del Espíritu de Dios en medio de estas personas. Reflejando la tensión entre el Dios inmanente y el Dios trascendente en la praxis pentecostal, el autor resalta la tensión entre identitad y otredad para identificar el constante proceso de ida y vuelta que da forma a estas personas a través de hibridez. Disipando las formas estereotipadas de hablar sobre los latinos en los Estados Unidos, Alvarez demuestra la necesidad de tener en cuenta a cada nacionalidad y grupo de personas, como lo demuestra en entrevistas con pentecostales hondureños. Este análisis que se enfoca en la perspectiva de los pueblos pneumáticos enriquece considerablemente las conversaciones teológicas más amplias sobre la inmigración.