En este libro, los autores desean revelar un "misterio" que subyace en la Biblia: Somos Llenos del Espíritu Santo. Para darlo a entender han desarrollado este estudio expositivo bajo dos premisas: 1.- La Salvación es el acto unilateral de Dios, bajo principios de su Soberanía. La Salvación es completa y es dada al pecador, o en otros términos bíblicos: al impío. La Salvación es manifestada bajo pactos hechos por Dios. Venido el cumplimiento de SU tiempo, vino al mundo, como dice el Evangelio de Juan: "Lleno de Gracia y de Verdad" para que sus hijos tuvieran la Verdad que solo un Padre amante puede otorgar y ellos gozaran de "Gracia sobre Gracia". 2.- Para lograr la "atención" de los empedernidos pecadores de todos los ámbitos de su reino, Dios habilitó a un apóstol y le reveló una "buena nueva" para sus interlocutores: El Reino es de Dios, el Rey, pero incluye a sus hijos, no como súbditos, sino como herederos y coherederos del Rey mismo. Por lo tanto los inviste de un Super Poder: Los Llena de SU Espíritu, para que experimenten la paternidad y lleven a otros el conocimiento de dicha paternidad y herencia. El apóstol Pablo se toma muy en serio su papel de enviado a todas las naciones y da a conocer al Fundamento sobre la que giran estas dos verdades: Salvación y Llenura del Espíritu. Establece un postulado, desentrañando uno de los misterios más grandes de la Palabra: que para experimentar el Llenado, debes de encaminarte sobre el Fundamento, y por la fe, declarar tu Llenura. Si no vas por este camino, dice Pablo, que solo se debe a que habrás puesto "heno, madera u hojarasca" (cosas perecederas) y no cosas perdurables, "oro, plata, piedras preciosas", sobre el Fundamento que es Cristo. Para nuestra experiencia, lector, o pones el Evangelio, La Salvación completa y eterna en vez de reglas, condiciones, moral, obediencia o doctrinas de hombres, tendrás la Llenura del Espíritu. "Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas" Mateo 6.33 NVI.