La fibrilación auricular fue una de las primeras arritmias descripta en la medicina. Es la arritmia sostenida más frecuente y motivo principal de consulta en los sistemas de salud de todo el mundo.Su prevalencia demuestra una progresión geométrica calculándose que 16.000.000 de personas serán afectadas por esta arritmia en el año 2050. Es una arritmia asociada a hipertensión arterial, enfermedad coronaria e insuficiencia cardíaca. Aumenta la mortalidad en un 50% y provoca insuficiencia cardíaca en otro 40%. Es responsable de 75.000 accidentes cerebro vasculares embólicos al año y ha sido declarada como la nueva epidemia de este siglo por varios autores. En este escenario se desarrollaron múltiples estrategias para el control de esta arritmia sin obtener resultados alentadores, como el tratamiento antiarrítmico y la anticoagulación oral. Desde el año 1998 una nueva estrategia brindó una nueva esperanza. El aislamiento de las venas pulmonares lograba erradicar esta arritmia en el 78% de los casos. El conocimiento de la anatomía cardíaca y el desarrollo tecnológico posicionaron a la ablación por radiofrecuencia como un tratamiento de elección en la actualidad.