En una ciudad donde la autoridad es tan peligrosa como el crimen, dos policias ministeriales, Gabriel Salazar y Polo Guzmán, son responsables de invesigar un extraño caso de agresión.

Al principio todo parece normal para ellos mientras se mueven en un submundo de prostitutas, proxenetas y narcotraficantes, pero todo cambia cuando empiezan a entender que los crímenes no tienen el propósito de robar, pelear territorios o ajustar cuentas, sino que se trata de una cacería.

El criminal, un depredador de mente inestable, es acosado por el fantasma de Alina, la sensual mujer que tanto añora y que no puede decidir si odia terriblemente, o ama descomunalmente, ella se le manifiesta sugestiva pero siempre con un mismo fin, torturarlo y seducirlo hasta el hastío, recordándole que no podrá ser suya y recriminándolo por no matar lo suficiente.

Como buena trama, LEGO nos lleva a un final a contrarreloj, donde la lucha por el rescate de una valiosa rehén y el poder político, toman vital importancia y exponen de manera cruda los intereses económicos, la locura individual y la corrupción desmedida.