Existen dos cosas poderosas que el diablo no puede robarnos y que nos hacen herederos de las riquezas celestiales: la fe y el nombre de Jesús. Cada vez que se pronuncia el nombre de Jesús ocurre una explosión sobrenatural en el mundo espiritual que detonará con el agregado de la fe. Tener fe en el nombre de Jesús, implica una combinación explosiva capaz de traspasar los límites que impiden transformar las riquezas celestiales y las realidades terrenales.

There are two powerful things that the devil cannot steal and that make us heirs of the riches of heaven: faith and the name of Jesus. Each time we pronounce the name of Jesus we trigger a supernatural explosion in the spiritual world, fueled by the addition of faith. To have faith in the name of Jesus entails an explosive combination capable of surpassing the limitations that impede the transformation of heavenly riches and earthly realities.