Los seres humanos, las abejas, las termitas y muchos otros animales son capaces de crear artefactos, es decir, estructuras funcionales que cumplen una función. Dichos artefactos implican además un diseño y, por consecuencia, implican también un diseñador. Pero nosotros y los animales No somos a su vez también artefactos creados?, Pero, si es así Dónde está tal creador? Y Para qué sería necesario si sabemos que descendemos de un linaje de otros seres vivientes más antiguos hasta remontarnos al mismo origen de la vida? No somos acaso objetos naturales tan sofisticados y complejos que "parecen" haber sido diseñados, pero que en realidad no lo hemos sido, incluso siendo capaces de diseñar?Estas interrogantes pueden, de hecho, escapar al mero escrutinio basado en el sentido común. Por ello, necesitamos considerar los conceptos matemáticos necesarios para abordarlas con propiedad. Sobre dichos conceptos versa el presente estudio y, mediante el mismo, se pretende conocer cuales son las características distintivas de las estructuras funcionales con las cuales discriminar a las mismas de los objetos naturales "aparentemente diseñados" y absolver la crucial y trascendente pregunta: Es la vida un artefacto?