Solo hasta cuando nos veamos en la inopia más profunda nos daremos cuenta que todo lo que conforma la Gea, llamada medio ambiente es nuestra única fuente de riqueza. Los sistemas actuales han ido colapsando, los elementos naturales que posibilitan la existencia humana los hemos ido extinguiendo y contaminando. Poco a poco nos vamos encargando de nuestra desaparición. Pero algunos pensamos que todavía hay modos de despertar y salir de nuestra ignorancia e inconsciencia. Empecemos por cambiar nuestras prácticas cotidianas y eduquemos un ser humano inteligente capaz de comprender sus acciones y sus consecuencias. Estamos inmersos en la complejidad ambiental que abarca nuestra convivencia con la Gea y sus habitantes. Esto no es algo nuevo, pero parecemos sordos a las alertas, alertas que recreamos en el periodismo insignificante lleno de noticias verdes pero no de aportes ambientales. Es la responsabilidad de todos como consumistas, educadores y periodistas, no hagamos responsable a la naturaleza de su furia porque es lo que hemos cultivado y solo nosotros podremos cambiar.