Esta obra, que es mi biografía, vivencias y experiencias espirituales como inmigrante llegado a esta gran nación, está dedicada con gran aprecio y admiración a todos los más de doce millones de inmigrantes llegados a esta gran nación, en donde cabe mencionar que todos en algún momento se sintieron en sus países como el famoso "Ave Fénix" creado en la mitología griega y que ya casi moribundo, comienza a levantar vuelo dentro de las cenizas y metafóricamente eso nos sucede a todos nosotros los inmigrantes, que levantamos vuelo desde nuestros países y venimos acá, a esta bendita y gran nación para volver a sentirnos vivos y sobretodo recobrar esa dignidad de ser humano que habíamos perdido y orgullosos podemos decir "Gracias Estados Unidos, gracias por el respeto al ser humano y por tener las posibilidades de engrandecer más a esta gran nación, con nuestro trabajo y honradez". También están dirigidos a mis hijos Raffi y Luis, quienes siempre seguirán siendo mis niños así como cuando yo los deje el día que partí de mi querida patria, a la madre de mis hijos llamada Rosalinda, que hoy en día la considero mi mejor amiga y a mi madrecita Ana que yo sé estoy seguro me va esperar hasta el día que yo vuelva para abrazarla y besarle su frentecita.
Detalles
Formato
Tapa suave
Número de Páginas
128
Lenguaje
Español
Editorial
Palibrio
Fecha de Publicación
2014-09-05
Dimensiones
8.5" x 5.5" x 0.3" pulgadas
Letra Grande
No
Con Ilustraciones
No
Descripción
Esta obra, que es mi biografía, vivencias y experiencias espirituales como inmigrante llegado a esta gran nación, está dedicada con gran aprecio y admiración a todos los más de doce millones de inmigrantes llegados a esta gran nación, en donde cabe mencionar que todos en algún momento se sintieron en sus países como el famoso "Ave Fénix" creado en la mitología griega y que ya casi moribundo, comienza a levantar vuelo dentro de las cenizas y metafóricamente eso nos sucede a todos nosotros los inmigrantes, que levantamos vuelo desde nuestros países y venimos acá, a esta bendita y gran nación para volver a sentirnos vivos y sobretodo recobrar esa dignidad de ser humano que habíamos perdido y orgullosos podemos decir "Gracias Estados Unidos, gracias por el respeto al ser humano y por tener las posibilidades de engrandecer más a esta gran nación, con nuestro trabajo y honradez". También están dirigidos a mis hijos Raffi y Luis, quienes siempre seguirán siendo mis niños así como cuando yo los deje el día que partí de mi querida patria, a la madre de mis hijos llamada Rosalinda, que hoy en día la considero mi mejor amiga y a mi madrecita Ana que yo sé estoy seguro me va esperar hasta el día que yo vuelva para abrazarla y besarle su frentecita.
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