La destrucción de los bosques y de los ecosistemas, la mecanización agrícola, la trasformación de grandes espacios por la producción ganadera, la acelerada desertificación, la deforestación, la implementación de sistemas productivos ajenos de la realidad y cultura indígena, ponen en peligro la existencia de los bosques del Chaco y la sostenibilidad de los pueblos que lo habitan. Esta forma de apropiación del territorio limita las formas tradicionales de vida de las poblaciones indígenas reduciendo la posibilidad de abastecerse de los productos y animales del monte. A pesar de estos cambios, en muchas comunidades indígenas los productos del bosque siguen siendo una fuente importante de abastecimiento que procura alimento todo el año y sobretodo en periodos de escasez y de sequía. Por esta razón en contraposición a modelos basados en la utilización de insumos y recursos externos fuera del alcance de las poblaciones indígenas, se ha promovido la revalorización del algarrobo: alimento silvestre principal de los pueblos indígenas. Esta planta tiene características que bien pueden resumirse en una palabra: multiuso, ya que brinda alimento, medicina, forraje, fertilizante, combustible, madera y sombra. Aunque actualmente su utilización no es tan relevante como en antaño, el algarrobo es un producto clave para asegurar la alimentación durante la época seca. En este contexto se describen propuestas que pretenden mejorar todo el proceso: la recolección de los frutos, el secado, la molienda, la conservación y elaboración de alimentos. novedosos y variados a base de harina de algarrobo. Todo esto recuperando las prácticas culturales tradicionales y comunitarias y adaptándolas a los nuevos cambios y contexto social.