El dolor no se puede definir solamente como una experiencia sensorial discreta entendido como estímulos que actúan sobre una vía específica para obtener una sensación en particular ya que en realidad es un conjunto diverso de fenómenos complejos de la percepción que se caracterizan por una naturaleza desagradable o preocupante. Cuando se menciona dolor refractario a opioides se habla de complejidad y mal pronóstico en general; este dolor es definido como la ausencia de control analgésico adecuado con opioides potentes a dosis que provocan efectos secundarios intolerables a pesar de las medidas de control. En el contexto de mejorar la analgesia se han utilizado diversos medicamentos con acción en diferentes niveles de la vía del dolor. Entre estos medicamentos se encuentran la dexmedetomidina, la lidocaína y la ketamina. En el siguiente texto se describen los mecanismos de acción de estos fármacos además de analizar un estudio que compara el efecto analgésico de la dexmedetomidina vs la lidocaína en pacientes con dolor refractario.