La muerte no es el comienzo de otra vida ni de otra existencia, el vacio de la oscuridad que envuelve el valle de las almas perdidas, solo es otro plano dimensional igual a este, solo que alterado millones de veces por innumerables pensamientos decadentes que como arquitectos no hemos sabido ordenar en la mente. Dicen que los budas y los santos son capaces de hacer un paraíso de su silencio, mientras los más arrogantes acumulan tanta vanidad y ruido en su rencor, que solo les quedara los escombros y las maldiciones de su corazón. La vida llega a su fin, ya la muerte es un portal, pero solo hemos de abrir como las mariposas, como la luz que nos hace sonreír, esas alas que nos permitirán ir más allá de la realidad, a ese segundo en que tocamos la felicidad. Vamos pues a morir. Finalmente esto lo dejare aquí. Silvio comienza a tener visiones sin saber en realidad si todo era producto de la droga, luego de una masacre comienza a ver toda la situacion y termina desaparecido siendo victima de un mortal hechicero.