El religioso cree que no hay contradicciones, errores ni plagios en la Biblia; eso le han enseñado. La mayoría de los incrédulos sospechan o saben que los hay porque han leído alguna parte o porque alguien se lo ha dicho, conocen algún plagio, alguna contradicción y error. Pero con eso no es suficiente. No es conveniente ni suficiente creer o pensar que los hay: se debe demostrar, no sea que se pongan a la misma altura del creyente, que cree sin saber: por esas razones, sé que a estas alturas del conocimiento humano a alguno le parecerá superficial dejar constancia de los improperios bíblicos, que podría ser un insulto a la mentalidad e inteligencia humanas actuales, pero hay que hacerlo porque otros muchos no los conocen. Alguno cree o piensa que los hay, pero sólo unos cuantos. Muy pocos sospechan, creen o saben que hay miles. Para esto escribo este libro: para demostrar, para dejar constancia, que sí los hay, que son miles, para que quien lo desee tenga una verdad demostrable, lo aproveche, y así sea libre. Este es mucho más que un libro sobre contradicciones, errores y plagios en la Biblia en el que sólo se confronten pasajes: hay comentarios con pruebas contundentes, la mayoría aportados por los autorizados a interpretar y comentar.

Formato	Tapa suave
Número de Páginas	510
Lenguaje	Español
Editorial	Createspace Independent Publishing Platform
Fecha de Publicación	2014-06-10
Dimensiones	9.0" x 6.0" x 1.03" pulgadas
Letra Grande	No
Con Ilustraciones	No

MiltonAsh, pseudónimo. Varón, español. Alguno de mis lectores me considera un "crítico bíblico necesario". Sólo escribo textos críticos sobre la Biblia, desde 2005, bajo un conocimiento de los llamados textos sagrados adquirido a base de muchos años de investigación seria en los lugares adecuados para obtenerlo, sin miedo a afrontar la verdad, la realidad bíblica. Propósito: informar de esa verdad descubierta, de la auténtica, a quien desee ser informado, ante la avalancha de tergiversaciones, sutilezas y confusiones aportadas por los profesionales del artificio bíblico. Con el fin de estudiar aún más, adquirir más conocimiento y no caer en errores, apoyo mis escritos con argumentaciones de Profesores bíblicos (PB, comentaristas de diversas Biblias), los autorizados a interpretar y aclarar, y también con escritos de algún Padre de la Iglesia, historiadores, filólogos, etc.