Yo creo que el madurar espiritualmente como cristiano también incluye el crecer en nuestro entendimiento de la mayordomía bíblica. Sin embargo, si no tenemos cuidado, podemos hacer este asunto de la mayordomía uno muy complicado. Y yo quiero que seamos no solamente mayordomos fieles, sino también mayordomos alegres y gozosos. Este asunto de la mayordomía y de dar debe ser una aventura gozosa y no una obligación onerosa.