Hoy en día, en la mayoría de las actividades empresariales se recopilan, almacenan y procesan grandes cantidades de información que contienen datos privados para una organización.
En un mundo virtual donde abundan los hackers y robos de identidad, debemos de ser precavidos y tomar ciertos cuidados para proteger nuestra información y la de la empresa. ¡Seguí estas prácticas necesarias para la protección de datos!
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No compartir contraseñas. Es importante saber nuestros accesos de memoria. Debemos evitar escribirlo en papel o enviarlo por correo electrónico, además verificar que cualquier correo o solicitud de cambio venga de una fuente oficial.
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No tomar fotografías dentro de la empresa. Las situaciones que suceden dentro de un espacio laboral deben de quedar ahí y no ser expuestas en redes sociales. Así estamos evitando revelar por accidente información sensible.
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No revelar información interna. Los datos de la empresa y personas físicas nunca deben ser expuestos fuera de la organización con terceros que puedan utilizarlos para otros fines.
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Almacenar información bajo llave. Reconocer cuál es nuestra información más sensible es clave para darle la protección adecuada. También hay que retirar cuando antes los documentos que se imprimen en impresoras compartidas.
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Cerrar sesión. Aunque sea por unos minutos, nuestro equipo siempre debe de estar bloqueado en el momento en que lo vayamos a perder de vista.
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Evitar USB o discos duros. Los respaldos deben de realizarse por personal especializado, en equipos de sistemas dedicados a la protección de documentación.
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Evitar almacenamientos online que no estén autorizados. La información que tengamos en la nube está expuesta a ataques las 24 horas del día. Es importante verificar constantemente los accesos de quiénes pueden leer y/o editar los documentos.
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Usar dispositivos empresariales. Los dispositivos personales están más expuestos a robos y extravíos además tienen un riesgo mucho mayor de contener software malicioso.
