" Pero valió la pena. Equivocarse con ella valió la pena aunque ahora me encontrara parado en la puerta de un motel repugnante y solitario a medio camino de ninguna parte, más cerca del infierno que del cielo, a la sombra de los árboles que anuncian el frondoso bosque de mi perturbada conciencia. Nunca sabré por qué dijo que sí, el motivo oscuro por el cuál recibí aquel mensaje, y yo lo contesté. Porqué las conversaciones perduraron y las miradas aumentaron, entre el silencio de mi matrimonio y la ruidosa compañía de su tranquila vida."" Sin que ella me pudiera decir nada, incrusté mis labios en los suyos, notando cómo palpitaban sus muslos contra mi cabeza que no dejaba de dar vueltas a mi alrededor. Notaba el aroma de su cuerpo deslizarse por mi lengua, sus quejidos mezcla de placer y miedo. Los acallé con pequeños mordiscos y fuertes envestidas de mi cuello, estirando mis dedos para notar su lengua caliente y nerviosa, empujándola cada vez con más fuerza por todo el frío metal."" Tenía que hacer algo para ordenar mis ideas, mis sentimientos, mis deseos y comenzar a recorrer un camino, fuera el que fuese, pero un camino. Me levanté, pagué en la barra de la cafetería la media docena de cafés que bailaban en mi estómago y me encaminé hacia la calle a buscar ayuda."En esta segunda obra, se presenta la desesperación de un hombre, la caída al vacío producida por un romance prohibido y una relación frustrada que lo lleva a la desesperación derivada de su descontrolada mente. Un relato de amor, pasión desenfrenada y locura que nos presenta un desencuentro entre dos almas que no se conocen pero que nunca fueron desconocidas.