La verdadera madurez es caminar conmigo como un niño, con un corazón puro. Sólo la obediencia simple como un niño a un padre, con amor de padre e hijo. La verdadera madurez no es el conocimiento religioso.
Si no vienen a Mí como un niño, sin su conocimiento religioso, No puedo trabajar contigo.
Su conocimiento los hace autosuficientes y este conocimiento religioso los ciega. Como ustedes son ciegos, ustedes están atrapados en el orgullo, la obstinación, el amor propio y la autohonradez.
Ven a Mí y pon a prueba tu corazón conmigo. Ven a pedir un corazón limpio, nuevo y puro, incluso si tú has estado caminando conmigo por un tiempo.
Arrepentíos, porque Mi juicio viene en Mi casa y viene ahora! "
