Un país de culpas es un texto esencial para comprender la naturaleza de las autocracias que en el siglo XXI someten a buena parte de América Latina, con especial énfasis en el caso venezolano que, por razones obvias, el autor maneja con gran conocimiento y destreza en el uso del lenguaje. Desde su ascenso a la Presidencia de Venezuela en 1999, Hugo Chávez Frías se esmeró en crear una cofradía de gobernantes del mismo género, interesados todos en perpetuarse en usufructuar el poder para beneficio propio y de las cortes que los acompañan. Y el experimentado periodista Ricardo Escalante los deja al descubierto en Un país de culpas, una obra de periodismo narrativo con momentos de suspenso que mantienen en vilo al lector y le quitan el sueño.

Formato	Tapa suave
Número de Páginas	304
Lenguaje	Español
Editorial	Ricardo Escalante
Fecha de Publicación	2012-04-03
Dimensiones	7.99" x 5.24" x 0.64" pulgadas
Letra Grande	No
Con Ilustraciones	No

Ricardo Escalante nació en mayo de 1947 en el corazón de los Andes, San Cristóbal, tierra que ha producido buena parte de los caudillos que sin remilgos de ninguna naturaleza le han causado estragos a Venezuela. Allí, donde se crió y estudió la primaria y la secundaria, comenzó a sentir el rechazo "al significado de la bota militar", como lo dice en la parte inicial de este libro. En su ejercicio como reportero, que comenzó en 1970 en La Nación, de San Cristóbal; para luego continuar en El Carabobeño, en la corresponsalía de Panorama en Caracas y en El Universal, donde trabajó cerca de 17 años y obtuvo en dos ocasiones el Premio Nacional de Periodismo (1980 y 1985) por sus polémicos trabajos, conoció de vista y trato a buena parte de los dirigentes políticos de lo que el Presidente Hugo Chávez trató de descalificar con la etiqueta de IV República. También se desempeñó como director de información de la Presidencia de la República inmediatamente después de la destitución del Presidente Carlos Andrés Pérez, para después volver al reporterismo en El Nacional. También fue jefe de prensa de la embajada británica en Caracas durante siete años. Desde la primera línea, en este libro se nota la mano de un periodista experimentado y agudo.