Segundos después de haber nacido, "Noel" fue diagnosticado con una malformación congénita del corazón; Transposición de los Grandes Vasos. Tres meses después del alumbramiento y muy lejos de saber que su primogénito había recibido una transfusión de sangre contaminada con el virus de inmunodeficiencia humana durante la cirugía para corregir su diminuto corazón, su madre Rosalva empezó a escribir cartas pretendiendo platicar con él y a la vez aliviar el dolor de haber dado a luz a un bebé con un corazón anormal. Las cartas escritas por el lapso de veinticuatro años, narran paso a paso la corta vida de "Noel" hasta su deceso, a un mes antes del nacimiento de su segundo hijo.
Noel formó parte de la primera generación de niños infectados con VIH en los Estados Unidos, el estigma y discriminación a finales de los 80's y principios de los 90's empujaba a las familias afectadas a no hablar del tema con nadie. El VIH era una sentencia de muerte, de vergüenza y desafíos.
"Noel", enviado de Dios, describe la vida de un niño que sobrevive de una manera milagrosa la primera etapa del SIDA en los 90's, los estragos psicológicos de una generación atacada por la ignorancia, y finalmente, el cansancio y autodestrucción de un joven en negación por su diagnostico.
Un libro que demuestra el calvario de una familia viviendo con esta "ahora" condición de vida que en su momento fue terminal, transformando a Rosalva de esposa a viuda, de madre a enfermera de sus seres más queridos y de activista para los niños y niñas viviendo con VIH en Tijuana, su ciudad natal.
Una historia de amor maternal, de sorprendente fortaleza y lucha inagotable.