Hace poco más de un año, Christine decidió volver a Brighton, su ciudad natal, en un intento de olvidar una relación que se complicó en el mismo instante en que empezó. Pero un mensaje a su móvil le arrastra de nuevo a Barcelona. Carlos, uno de sus dos mejores amigos desde la infancia, ha sufrido un accidente y permanece en coma en el hospital. Sin perder tiempo, Chris pone rumbo a la Ciudad Condal, consciente de que su pasado aguarda paciente su vuelta, dispuesto a recordarle por qué huyó.

Formato	Tapa suave
Número de Páginas	364
Lenguaje	Español
Editorial	Createspace Independent Publishing Platform
Fecha de Publicación	2016-04-05
Dimensiones	8.0" x 5.0" x 0.75" pulgadas
Letra Grande	No
Con Ilustraciones	No

Un día, nací. Yo sólo quería echar un vistazo. Saqué la cabeza; no tuve muy claro si salir o no. Mientras valoraba la situación, mi madre me echó de un empujón. Pero me alegro, ¡porque ya tenía un dolor de cuello! Era un hospital de Barcelona. Después de eso, pues lo típico: comer, dormir, llorar, tirarme de la cuna, comerme el suelo con mis primeros pasos, entrar con el pie izquierdo en el colegio, clavarme seis o siete clavos oxidados en la espalda por meterme en una caja de fruta vacía (no del todo, !había clavos!), ser raspado con una cuchilla de afeitar para sacar el óxido de las heridas (gracias, papá; ¡menos mal que estudiaste medicina!); salir de clase y lanzarme a los brazos de una mujer pensando que era mi madre, y abrazarla con fuerza mientras veía a mi verdadera madre mirándome con asombro desde bastante más lejos (es una sensación muy extraña, os lo aseguro); conseguir una rodilla verde a base de caerme cuatro veces seguidas sobre la misma, llegar a casa de mi abuela con un trozo de ladrillo clavado en la cabeza, como si fuese la cresta de un gallo; subir a un segundo piso por un tablón apoyado en la fachada porque se me habían olvidado las llaves (las cogí, salí, cerré la puerta y, cuando las miré, no eran las llaves correctas; tuve que volver al tablón)... Lo típico. Ah, y estudiar mucho también. Después del instituto, me dediqué al diseño gráfico. ¡Pero me encanta escribir! Y sería un sueño poder dedicarme a ello a tiempo completo. Bueno, parando para comer, dormir, ..., leer y seguir aprendiendo. Y yo creo que con esto y lo que hay entre líneas, ya me conocéis un poco.