El profesor y filántropo español, Max Bembo tiene un protagonismo puntual en los problemas sociales en España del siglo XX. Su Obra de Max Bembo en favor de los desamparados tuvo como finalidad, satisfacer las necesidades de los niños de la calle, y en nombre de la justicia social, quiso darles un verdadero hogar y una formación que los preparara para un futuro mejor.

Con su contribución al arrancarlos de las calamidades de las calles y sus fechorías, aportó una solución para reparar la desigualdad social existente en la ciudad condal. Para ello se basó en una educación fundamentada en los principios de Pestalozzi.

En conferencias, dictadas en diferentes lugares, Bembo explicaba su trabajo en favor de la infancia desamparada. No perdía oportunidad para eferirse a su Obra. Allí exponía su idea, donde incluía la normativa que le daba solidez a la misma. Una idea perfectamente planificada que tuvo un año de gestación, tiempo que utilizó para preparar los detalles, antes de darla a conocer. Estos reglamentos bien podrían ser un ejemplo de diseño de modelo de estatutos para una ONG, en nuestros días.

Bembo edita su primer libro: Miseria y Filantropía, donde describe minuciosamente su proyecto. A través de un folleto, en forma resumida lo obsequiaba para dar publicidad a su obra y era repartido en los centros de cultura gratuitamente.

José Antonio Ruiz Rodríguez, mi abuelo paterno, verdadero nombre de Max Bembo, llevó a cabo en Barcelona, una obra que comenzó en 1907 y que por más de veinte años se mantuvo. Es con la lectura de Miseria y Filantropía, donde se expone su disentimiento entre pobres y desamparados o entre asilos y hogar; lo que nos permite comprender perfectamente su posición frente a la diferencia entre sofocar de manera indiferente el instinto de compasión y el verdadero sentimiento de caridad hacia la pobreza y los desdichados. Esa caridad que nunca se cansa y que todo lo espera.

Si quisiéramos!