La frontera entre México y Estados Unidos: la controvertida historia y el legado de la frontera entre los Estados Unidos y México
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La frontera entre México y Estados Unidos: la controvertida historia y el legado de la frontera entre los Estados Unidos y México
Charles River
La frontera entre México y Estados Unidos: la controvertida historia y el legado de la frontera entre los Estados Unidos y México
La frontera entre México y Estados Unidos: la controvertida historia y el legado de la frontera entre los Estados Unidos y México
Charles River
Descripción
La frontera entre México y Estados se extiende a lo largo de poco más de doscientos años de historia y dos mil millas de terreno, equivalentes a 3,180 kilómetros. Esta línea creada por el hombre, protagonista de una complicada historia, se ha fortalecido y solidificado con el paso de los años. Sus significados también han cambiado. En un principio era una idea, el fin aproximado e inhóspito de un vasto imperio español y el inicio de la "tierra de nadie". Después fue un trazo en un papel, una raya porosa, sin barreras físicas, que en tiempos de paz se convirtió en sitio de intercambio y cooperación, y en épocas de conflicto en terreno de choque no sólo de dos pueblos distintos, sino del Norte y el Sur de la geopolítica internacional.
Hace dos siglos la frontera de Estados Unidos y México estaba formada por vastos desiertos y regiones peligrosas donde nadie quería vivir, una línea vagamente definida y poco vigilada. Hoy, en la segunda década del siglo XXI, a pesar de estar situada en uno de los hábitats más inclementes, es la más transitada del mundo; un país en sí mismo considerando el volumen de operaciones económicas que se llevan a cabo en sus proximidades, sin mencionar que se trata de una de las regiones más vigiladas del planeta, incluso una zona de "guerra de baja intensidad", como la han denominado algunos expertos. Habría que considerar, tan sólo para comparar, la frontera entre Bélgica y Holanda, donde el cruce puede realizarse simplemente yendo de un café a otro, sin que nadie se dé cuenta cuándo se ha cambiado de país. O la de Polonia y Ucrania, cuya frontera abierta está formada por hermosas planicies verdes decoradas con figuras labradas en la tierra.
Cómo pasó la de México y EE.UU. -en relativamente poco tiempo- de un desierto a una franja superpoblada, violenta, dinámica, boyante, culturalmente dinámica, por donde pasa toda clase de mercancías, legales e ilegales, en ambas direcciones? Curiosamente, hubo un tiempo en que los dos países ni siquiera eran vecinos. Francia estaba entre ambos, en posesión del extenso terreno de la Louisiana, donde Napoleón esperaba restablecer un imperio francés en el continente. En esa época México tenía el oficial pero artificioso nombre de Nueva España -aunque ya desde el siglo XVI los atlas nombraban el territorio como "América Mexicana"- y Estados Unidos era un país aproximadamente del tamaño del actual Reino Unido e Irlanda combinados. Las convulsiones en Europa pronto pusieron lado a lado a los dos países más notables del continente, los que más dieron de qué hablar en todo el siglo XIX.
Pero así como los ciudadanos normales de ambos países han descubierto a lo largo de la historia buenas oportunidades en la vecindad, también los grupos criminales de ambos lados han explotado este potencial, ofreciendo y demandando bienes en un intercambio perverso que hace daño a las dos naciones. Esto es en parte lo que ha llevado a la radicalización de las posturas, llegando a sugerirse, en 2015, la construcción de un nuevo muro como el de Berlín, pero inmensamente mayor, separando ya no al Este y al Oeste, sino al Norte y al Sur. La historia de la frontera entre Estados Unidos y México está todavía escribiéndose.
Ésta es, hasta 2017, la película de esta frontera única; no la más grande del mundo (la de Canadá es mayor), ni la que separa a los más ricos de los más pobres (lejos está de la situación entre Sudáfrica y Suazilandia, por ejemplo), pero sí la más peculiar porque ha sabido unir con eficacia lo que parecía imposible conciliar.
Hace dos siglos la frontera de Estados Unidos y México estaba formada por vastos desiertos y regiones peligrosas donde nadie quería vivir, una línea vagamente definida y poco vigilada. Hoy, en la segunda década del siglo XXI, a pesar de estar situada en uno de los hábitats más inclementes, es la más transitada del mundo; un país en sí mismo considerando el volumen de operaciones económicas que se llevan a cabo en sus proximidades, sin mencionar que se trata de una de las regiones más vigiladas del planeta, incluso una zona de "guerra de baja intensidad", como la han denominado algunos expertos. Habría que considerar, tan sólo para comparar, la frontera entre Bélgica y Holanda, donde el cruce puede realizarse simplemente yendo de un café a otro, sin que nadie se dé cuenta cuándo se ha cambiado de país. O la de Polonia y Ucrania, cuya frontera abierta está formada por hermosas planicies verdes decoradas con figuras labradas en la tierra.
Cómo pasó la de México y EE.UU. -en relativamente poco tiempo- de un desierto a una franja superpoblada, violenta, dinámica, boyante, culturalmente dinámica, por donde pasa toda clase de mercancías, legales e ilegales, en ambas direcciones? Curiosamente, hubo un tiempo en que los dos países ni siquiera eran vecinos. Francia estaba entre ambos, en posesión del extenso terreno de la Louisiana, donde Napoleón esperaba restablecer un imperio francés en el continente. En esa época México tenía el oficial pero artificioso nombre de Nueva España -aunque ya desde el siglo XVI los atlas nombraban el territorio como "América Mexicana"- y Estados Unidos era un país aproximadamente del tamaño del actual Reino Unido e Irlanda combinados. Las convulsiones en Europa pronto pusieron lado a lado a los dos países más notables del continente, los que más dieron de qué hablar en todo el siglo XIX.
Pero así como los ciudadanos normales de ambos países han descubierto a lo largo de la historia buenas oportunidades en la vecindad, también los grupos criminales de ambos lados han explotado este potencial, ofreciendo y demandando bienes en un intercambio perverso que hace daño a las dos naciones. Esto es en parte lo que ha llevado a la radicalización de las posturas, llegando a sugerirse, en 2015, la construcción de un nuevo muro como el de Berlín, pero inmensamente mayor, separando ya no al Este y al Oeste, sino al Norte y al Sur. La historia de la frontera entre Estados Unidos y México está todavía escribiéndose.
Ésta es, hasta 2017, la película de esta frontera única; no la más grande del mundo (la de Canadá es mayor), ni la que separa a los más ricos de los más pobres (lejos está de la situación entre Sudáfrica y Suazilandia, por ejemplo), pero sí la más peculiar porque ha sabido unir con eficacia lo que parecía imposible conciliar.
Detalles
Formato | Tapa suave |
Número de Páginas | 34 |
Lenguaje | Español |
Editorial | Createspace Independent Publishing Platform |
Fecha de Publicación | 2017-02-02 |
Dimensiones | 9.0" x 6.0" x 0.07" pulgadas |
Letra Grande | No |
Con Ilustraciones | No |
Temas | Siglo 19, Siglo 19 |
Garantía & Otros
Garantía: | 30 dias por defectos de fabrica |
Peso: | 0.059 kg |
SKU: | 9781542878500 |
Publicado en Unimart.com: | 19/12/23 |
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