El propio Klaus Schwab, fundador y presidente ejecutivo del Foro Económico Mundial de Davos, ha sido el encargado de acuñar el nombre de esta imparable ola en su libro La cuarta revolución industrial (2016), en el que asegura que estamos al borde de una revolución tecnológica que modificará fundamentalmente la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos. En su escala, alcance y complejidad, la transformación será distinta a cualquier cosa que el género humano haya experimentado antes.

La inteligencia artificial es el gran motor de esta nueva revolución que sobrepasará el campo de lo digital para integrarse en el mundo físico, con la incorporación de robots y máquinas inteligentes a las actividades que actualmente están reservadas a los seres humanos.La automatización completa de los procesos productivos será su estandarte más visible, puesto que implicará la creciente sustitución de la mano de obra humana por la mecánica en la industria y en el sector de los servicios. Paralelamente, aparecerán nuevos tipos de empleo y de actividades hasta ahora impensables. Internet, los teléfonos móviles, la big data han revalorizado las capacidades de la inteligencia artificial, capaz de brindar los instrumentos necesarios para el desarrollo y provecho de nuevas potencialidades tecnológicas como el Internet de las Cosas, la robótica, la nanotecnología o la computación cuántica. A las industrias inteligentes se sumarán las ciudades inteligentes, pero la eclosión de la nueva revolución tecnológica también se pondrá de manifiesto en las ciencias biológicas, en la farmacéutica y en diagnósticos y tratamientos más acertados y rápidos.

La velocidad con la que se están produciendo cambios suscita temores, especialmente por la posibilidad de que las máquinas alcancen un grado de inteligencia análogo o superior al del ser humano. Hoy por hoy, a pesar de los avances en aprendizaje automático, se mantienen las incógnitas en torno al funcionamiento del deep learning (el aprendizaje profundo de las redes neuronales), y los sistemas logiciales aún dependen de la pericia de las personas para llevar a cabo su misión. Las máquinas no han superado todavía el estadio de la imitación.

En cualquier caso, saltan a la vista las ventajas que reportará la revolución tecnológica en materia de salud, medio ambiente y seguridad, puesto que contribuirá a la mejora de la gestión de los recursos naturales y al hallazgo de nuevas fórmulas y técnicas de bienestar para las personas.

Description in English: The fourth industrial revolution has arrived with its first step as a qualitative leap, led by intelligent machines and developing at a breakneck speed. In just two decades, the presence of intelligent and regulatory systems capable of dispensing with human beings is a global reality: big data, the Internet of Things, cyber-physical systems, automation, robots, nanotechnology, Deep learning and artificial intelligence.

We are facing a brand new technological revolution that will mark a before and after in human evolution.