Cuando estudias la Biblia con detenimiento, respecto a la forma como se desenvolvieron los hombres de Dios que El levantó con propósitos debidamente definidos; hombres de la talla espiritual como el Profeta Ezequiel, Isaías, Jeremías y todos los demás profetas que menciona la Biblia en el Antiguo Testamento, puedes notar que hubo en ellos una unción muy especial que los hizo caminar haciendo la obra de Dios, principalmente por el gran privilegio al que fueron llamados: como la boca de Dios, por el hecho que El les hablaba qué era lo que debían trasladar a Su pueblo, el Israel natural de aquel entonces; fue una unción que Dios derramó sobre ellos con espíritus que los activaría con un poder para hacer notar que llevaban sobre ellos una insignia divina por el oficio que desempeñaban.Esos espíritus no tuvieron fecha de caducidad para decir que hoy no pueden estar funcionando en la vida de los profetas del final de los tiempos; por supuesto que es necesario someterte al proceso por el cual llegarás a ser lo que Dios desea ver funcionando en ti; me refiero a experimentar una metamorfosis espiritual que repercuta en espíritu, alma y cuerpo para decir que, siendo hombres y mujeres como todos, tendrás una transformación a partir de tu llamamiento para que seas envestido espiritualmente con una vestidura de Profeta.Debo hacer hincapié en decir que el derramamiento de los espíritus de los profetas no es un acto de espiritismo porque no es el hecho de invocar el espíritu humano de cada uno de los profetas del Antiguo Testamento, sino, suplicarle a Dios que te derrame de la unción de Sus profetas que describe la Biblia para ser debidamente equipado.También debo mencionar que, otro de los oficios que Dios permitió desarrollarse junto a aquellos varones destinados para un privilegio tan grande como lo es un Profeta, fue el oficio de Vidente, nombre que en la actualidad se ha desvirtuado por el uso que le han dado las tinieblas; porque es muy usual que haya centros espiritistas donde las personas que están al frente de ese negocio, son llamados videntes; sin embargo, cuando analizas con detenimiento quién era un Vidente en el Antiguo Testamento, puedes notar que incluso, tenían una responsabilidad quizá mayor que la de un Profeta, porque un Profeta es un portavoz de Dios, El le dice qué debe decir y el Profeta debe obedecer a la voz de Dios para decir exactamente lo que recibió para profetizar, no así un Vidente.La palabra Vidente debe darte la idea que es una persona que puede ver bajo la perspectiva de lo que es una visión, me refiero a que puede ver con los ojos naturales, lo que sucederá a futuro o en el mismo presente y su privilegio radica en trasladarle al pueblo de Dios, la interpretación de esa visión. De aquí puedo decir entonces que, todos los videntes pueden ser profetas, pero no todos los profetas pueden ser videntes porque aún los videntes, en el momento de trasladar la interpretación de la visión que Dios les está permitiendo tener, están siendo como la boca de Dios, o sea, teniendo una función de Profeta.También es importante considerar que para desarrollarte de acuerdo a los propósitos de Dios, son necesarios 3 ingredientes básicos: primero es la fe respecto a lo que Dios te entrega, segundo, un espíritu de discernimiento de espíritus para saber si lo que recibes es de Dios o de tu alma, y tercero, el espíritu de profecía, sería como decir que para que llegue el tercero, es necesario que los anteriores le preparen el camino. Por supuesto que antes de esos 3 ingredientes, deben existir otras cosas dentro de las cuales está en deseo intenso por servirle a Dios bajo una atmósfera profética y que cuides lo que Dios te entregue para convertirte en una persona no contaminable y que la santidad en la que vives sea como una coraza contra los engaños de Satanás.

Formato	Tapa suave
Número de Páginas	238
Lenguaje	Español
Editorial	Lac
Fecha de Publicación	2021-05-01
Dimensiones	8.5" x 5.5" x 0.5" pulgadas
Letra Grande	No
Con Ilustraciones	No