Tras la trascendental muerte del genial pintor Salvador Dalí y el impacto que supuso en determinado ámbito de la sociedad ampurdanesa, esta idílica comarca va a encontrarse sumida en el que será uno de los episodios más trágicos y desconcertantes de los últimos tiempos. La aparición de unos supuestos cuadros del maestro ampurdanés, cuya autenticidad y procedencia está bajo total sospecha, parece haber despertado el interés de un particular círculo de colecccionistas, estudiosos y marchantes de arte, cuya enfermiza obsesión por las legendarias obras, que llevaban años en paradero desconocido, parece ir mas allá de lo meramente artístico. Con una puesta en escena tan cruel como surrealista, varias muertes van sucediéndose en torno a personas que parecen tener un vínculo especial con los cuadros y la absurda obsesión de ver en ellos un mensaje para elegidos. Ramón Palacios, periodista madrileño de arte y gastronomía, nos narra los días vividos junto a Herr Doktor Schaefers, médico alemán jubilado, en esta apasionante y a la vez esperpéntica aventura de crímenes y misterio donde una hermandad religiosa que se creía extinta desde hace siglos parece tomar cartas en el asunto. Un exaustivo retrato psicológico y cultural de unos personajes sin precedentes, donde cualquier detalle puede darnos la clave del asesino. Una delirante leyenda parece cobrar vida de nuevo: El regreso de la Santa Guarda ampurdanesa.

Formato	Tapa suave
Número de Páginas	490
Lenguaje	Español
Editorial	Createspace Independent Publishing Platform
Fecha de Publicación	2014-02-09
Dimensiones	9.02" x 5.98" x 0.99" pulgadas
Letra Grande	No
Con Ilustraciones	No

El 14 de julio de 1969 nací en Figueres, por lo tanto soy un ampurdanés auténtico. A los cinco años mi familia se trasladó a Girona, donde sigo residiendo, pero he seguido especialmente vinculado a mi tierra, a la cual quiero rendir homenaje. Soy un entusiasta y estudioso de la novela negra y del mundo Daliniano en general, por lo que no había duda de por dónde irían los tiros en mi primera obra. Desde siempre tuve dos inquietudes: una era llegar a ser detective, aunque sólo fuese para disgustar a mi madre; y la otra, llegar a escribir mis propias novelas de misterio. La vida me ha llevado a vincular mi labor profesional en la industria farmacéutica con la realización de uno de mis sueños: la literatura.